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sábado, 22 de noviembre de 2014

Nuevo juicio oral por crímenes de lesa humanidad en La Rioja

Longeville, De Dios Murias y Angelelli

El pasado jueves 20 de noviembre el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja, integrado por los jueces José Fabián Asís, Juan Carlos Reynaga y Mario Eugenio Garzón, comenzo a juzgar al represor ex militar Ángel Ricardo Pezzetta (ex jefe de Inteligencia de Aeronáutica en Chamical), por los delitos de  secuestro, tortura y homicidio cometidos a los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville. También estaba imputado el ex policía de La Rioja Juan Carlos “Bruja” Romero (ex jefe del Departamento de Inteligencia D-2 de la policía provincial), pero falleció en septiembre del 2013.  Como en otros juicios en la Rioja el fiscal es Dario Illanes y son querellantes las abogadas Viviana y Maria Elisa Reinoso, en este caso en representación de María Cristina Murias, la hermana del sacerdote. La querella la completan las secretarías de Derechos Humanos de la Nación y de La Rioja.

Ambos religiosos fueron secuestrados en la noche del 18 de julio de 1976 en la parroquia El Salvador de la localidad riojana de Chamical, cuando llegaron dos personas que les exhibieron credenciales de la Policía Federal Argentina, por lo cual los sacerdotes los acompañaron voluntariamente pero, en realidad, habrían sido llevados a la basea aérea y luego a unos siete kilómetros en dirección sur desde la ciudad de Chamical por la ruta 38, donde De Dios Murias y Longeville fueron vendados y fusilados, Murias tenía signos de torturas. Hoy el sitio se denomina Los Mártires y ahí se construyó un oratorio que honra sus memorias.

Por estos mismos delitos de lesa humanidad ya hubo una sentencia del 8 de diciembre de 2012, que fue confirmada por la Cámara de Casación Penal, en la que fueron condenados a perpetua los genocidas Luciano Benjamín Menéndez (ex Comandante del III Cuerpo de Ejército y ex Jefe de la Zona III), Luis Fernando Estrella y Domingo Benito Vera (ex Jefe de Investigaciones e Informaciones de la Policía de Chamical). (ver notas anteriores).

Poco después de estos asesinatos, el 25 de julio de 1976; el laico Wenceslao Pedernera (del Movimiento Rural de Acción Católica), descansaba en su casa de Sañogasta, cuando golpearon la puerta y al abrir fue asesinado. Es un crimen aún impune (ver nota anterior).

El 4 de agosto, 17 días después del asesinato de aquellos sacerdotes, fue asesinado Monseñor Enrique Angelelli, Obispo de la Diócesis de La Rioja, cuando viajaba en su automóvil desde Chamical con documentación sobre los homicidios de Dios Murias y Longueville. A la altura de Punta de los Llanos, a unos 100 kilómetros al sur de la capital de La Rioja, los represores hicieron volcar su auto, muriendo el obispo y quedando herido el sacerdote Arturo Pinto que lo acompañaba. Por este crimen de lesa humanidad fueron condenados a perpetua en julio pasado los genocidas Menéndez y Estrella, en este juicio también estaba imputado Juan Carlos“Bruja” Romero (ver notas anteriores).

Imagen de Telam

jueves, 22 de agosto de 2013

La Rioja: Tiene fecha el inicio del juicio por el asesinato de Monseñor Angelelli

Luego de una larga serie de dilaciones, el pasado lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja anunció que el juicio en el que se investiga el homicidio ocurrido en 1976 del obispo Enrique Angelelli, se iniciará el 4 de noviembre próximo en esa provincia.

El 4 de agosto de 1976 el entonces obispo Angelelli salía de la ciudad de Chamical con una carpeta con datos sobre el secuestro y asesinato de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longeville ocurrido el 18 de julio de 1976 en Chamical y Wenceslao Pedernera  un laico muy cercano a él, asesinado el 25/07/76 en Sañogasta. Angelelli decía que "después me toca a mí", por eso se trasladaba en la camioneta Fiat 125 multicargo por la ruta nacional 38 vieja para que no lo supieran los integrantes de la Fuerzas Armadas, la camioneta era conducida por el sacerdote y chofer del obispo Arturo Pinto. Pero cerca de la localidad de Punta de los Llanos, a unos 100 kilómetros al sur de la capital de La Rioja, la camioneta es interceptada por un auto de color claro con personal miltar y policial, con el auto encierran a la camioneta haciendo que  salga de la ruta y diera varios vuelcos despidiendo al obispo Angelelli lo que le produjo la muerte y lesiones graves a Pinto, la documentación no apareció. Es muy necesario no postergar el inicio de este juicio porque ya murieron varios represores imputados como Osvaldo Pérez Battaglia, Pedro Malagamba y Lázaro Aguirre, entre otros. También están los declarados insanos como Edilio Cristóbal De Cosari.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Mártires de Chamical: "los culpables fueron las Fuerzas Armadas junto a las fuerzas policiales

Gabriel y Carlos, los Mártires de Chamical
por Javier Puigdomenech, desde La Rioja

Se realizó la audiencia el jueves 1º de noviembre en el juicio por el asesinato de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville en La Rioja. Debido a la falta de electricidad en la Cárcel de Ezeiza, donde se encuentra el genocida Luciano Benjamín Menéndez, se suspendieron las audiencias hasta el próximo jueves. Las abogadas de la familia Murias valoraron el testimonio de tres horas del ex sacerdote Delfor Brizuela. 

Además, los jueces pidieron al Obispado, por una supuesta carta del ex general Jorge Rafael Videla a Monseñor Vicente Zazpe, donde el dictador le dijo que la situación, en relación a Monseñor Enrique Angelelli, “escapa de sus manos”. Los jueces se basan en las declaraciones ante un medio local del actual Obispo de La Rioja, Roberto Rodríguez, quien luego de 36 años del asesinato de Angelelli, dije conocer sobre esa comunicación entre el genocida y el ex arzobispo. Las abogadas de la querella dudan de la existencia de la correspondencia entre ambos.

El genocida Luciano B. Menéndez
Asimismo, el jueves dieron su testimonio: el ex intendente (de facto y democracia) en Chamical, Elías Hemmes; el comisario mayor, Héctor Osvaldo Fernández; y José Ángel Ponce.

La declaración de Delfor Brizuela, si bien fue de contexto, fue contundente a la hora de sindicar al genocida Luciano Benjamín Menéndez, como el responsable intelectual de los hechos, dado que fue el Comandante del III cuerpo del Ejército y “se conocía en aquel tiempo, que hubo un plan sistemático y que Menéndez daba las órdenes”. También contó acerca de la persecución hacia la pastoral de Angelelli, no sólo en la Capital, sino en todo el territorio provincial y aún antes de 1976, cuando fueron suspendidas las homilías radiales en el 75, lo que da a entender que los mentores venían operando desde antes. Según “Pocho” Brizuela, “la estigmatización de Angelelli comienza en el año 73, cuando comienzan a denominarlo “Rojo”. Continuó diciendo que “para la doctrina de la Seguridad Nacional, Carlos y Gabriel eran enemigos internos a los que había que exterminar por pertenecer a la doctrina de la Liberación (pastoral de Angelelli), esto no sólo se dio en Argentina. Se extendió por Brasil, Bolivia, Uruguay y casi toda Latinoamérica”.

La narración fue terminante cuando enfatizó que para él “los culpables de los asesinatos fueron las Fuerzas Armadas junto a las demás fuerzas policiales. Había gran dependencia del pueblo de Chamical con la Base, y en el caso de la policía, por lo menos, subordinación. Me parece que en el 76 era muy difícil ser parte de la policía y no estar de acuerdo con la doctrina de la Seguridad Nacional”. Agregó que “en la Capital las Fuerzas Armadas y la policía, eran la misma cosa”.

Además, dijo que “la pastoral de Angelelli era fuertemente controlada y ridiculizada por las fuerzas de seguridad. Los obispos de otras provincias no querían recibir a los seminaristas riojanos, por pertenecer a la iglesia de Angelelli. La dictadura decía que éramos una iglesia peligrosa”. Y denunció que “muchos sacerdotes callaron y otros como Tortolo, Primatesta y Bon Amín, fueron cómplices de la dictadura. Muchos justificaron los asesinatos. Los llamados “ponchos colorados”, que repartían folletos para que se tenga cuidado con nuestra pastoral y “los cruzados de la fe”, también fueron cómplices”.

El ex sacerdote Délfor Brizuela
La doctora Liliana Reinoso, de la querella de la familia Murias, señaló que otro punto clave del testimonio de Brizuela, se dio cuando relató las detenciones de los padres Ruiz y Venturuti en la Base CELPA, “lo que dejó claramente evidenciado que la Base sirvió de como centro clandestino de detención y tortura. Además, reafirma lo declarado anteriormente, por los otros sacerdotes y lo dicho por el ex intendente de Chamical “Chacho” Corzo, quien relató haber sido detenido y torturado en ese lugar (Base) por Fernando Estrella. A su vez, Brizuela dijo de que “había versiones en Chamical, que Carlos y Gabriel fueron torturados en la Base, pero que se les había ido la mano. A mí, la gente del pueblo de Chamical, me cuestionaba cuando Vera cargaba la virgen hacia Polco”.

En otra parte del relato, el ex sacerdote recordó la complicidad de la prensa de ese momento “el diario El Sol, de Álvarez Saavedra, fue la trinchera de una mezcla de sectores de la ultraderecha que se vanagloriaba de ridiculizar a los curas de Angelelli y presentaron su asesinato como un accidente. Era grotesco como presentaban las noticias. Uno quedaba con una gran sensación de impotencia”. Entonces, detalló un atentado que sufrió su familia y la prensa riojana, en vez de reflejarlos como victimas, decían que eso les pasaba por ser “bolcheviques que andan con Angelelli”.

Del mismo modo, Brizuela recordó que en un momento “hubo aprietes y represalias en la Base militar CELPA hacia soldados de menor rango por enviar una ofrenda floral en nombre de la Base, al velorio de los curas asesinados”. Esta versión de Brizuela, fue ratificada por el testigo José Ángel Ponce, que le siguió en el testimonio.

Finalmente, el diputado indicó que en La Rioja hubo colegios, profesores y hasta alumnos que delataban ante los militares “la gente denunciaba porque quería quedar bien con el poder de turno”. Asimismo, contó que un compañero suyo, que luego fue intendente de la Capital cordobesa, Germán Kamerath, hizo detener a los profesores Mario Aciar; Alba Rosa Lanzillotto y al Rector del Colegio Nacional (en ese momento), Arturo Ortíz Sosa, entre otros.

martes, 23 de octubre de 2012

Vera cada vez más comprometido y señalado como autor material en el juicio de Murias y Longueville


por Javier Puigdomenech, desde La Rioja

El pasado jueves 18 de octubre, el Tribunal Oral Federal de La Rioja, reanudó el juicio por los secuestros y asesinatos de los curas Carlos Murias y Gabriel Longueville, prolongándose hasta el sábado 20. Declararon los testigos: Aurelio Ortíz, Roberto Queirolo, Sebastián Glassman, Edgardo Rivero, Juan Carlos Britos, Nicolás Luna, José Valencio y Arturo Pinto. La querella de Murias, a cargo de la abogada María Elisa Reinoso, expresó que las jornadas fueron positivas, ya que se identificaron algunas personas que estarían involucradas y que están imputadas. “Se trata, precisamente, del ex Comisario de Chamical, Domingo Benito Vera, el que ha sido –en forma reiterada- mencionado como autor”, dijo la letrada. Organismos de Derechos Humanos, la AMP y la CTA de La Rioja volvieron acompañaron nuevamente en la calle.

A la derecha, el genocida Domingo Benito Vera

Asimismo, la doctora María Elisa Reinoso afirmó que la declaración de Carlos Britos fue muy importante para la causa, debido a que señaló al actual director del Servicio Penitenciario Provincial, José Carrizo, como instructor en un curso en una escuela de la localidad de El Cebollar, en la cual se formaba a la policía en la "lucha contra la subversión”. Esto "es relevante en dos sentidos", explicó la abogada “por un lado, precisa de que en la provincia estas instrucciones existían y por el otro, la vigencia de un personaje de ese momento en un puesto tan importante en la actualidad” y agregó que, para designar a ese tipo de personas en lugares tan sensibles, el gobierno provincial no ha tenido en cuenta el proceso de Memoria, Verdad y Justicia que está encaminando desde el año 2003, el gobierno nacional.

Por otra parte, el ex sacerdote Aurelio Ortíz, quien retomó su declaración, manifestó que en Chamical era de conocimiento de todo el pueblo la implicancia de Domingo Vera en el asesinato de los curas, ya que ostentaba un gran poder dentro de la fuerza policial. Además, aportó un informe confeccionado en el mes de agosto de 1976, en base a la investigación del Obispo Angelelli, la cual fue dada en prueba al Tribunal.
José Carrizo

Del mismo modo, otro de los testimonios de valor, fue el otro ex sacerdote, Arturo Pinto, quien está sindicado como victima en el juicio por la muerte de Enrique Angelelli. Pinto, desmitificó anteriores versiones y expresó que Angelelli estaba por radicarse en Chamical para investigar el asesinato de Carlos y Gabriel. E indicó que Angelelli llevaba una carpeta donde contenía datos acerca de los asesinatos y la estaba por enviar al Nuncio Apostólico y al Vaticano. La declaración de Pinto fue de gran importancia en cuanto a la contextualización de los hechos en la ciudad de Chamical.

Finalmente, el doctor Bernardo Lobos Bugeau, de la Secretaría de DD.HH. de la nación, calificó las tres jornadas del juicio como contundentes y destacó la declaración del testigo Carlos Luna, quien “claramente desenmascara a Vera y lo pone en la escena de los hechos cuando dice que él, por orden de Vera fue a mentir y que iba a averiguar en nombre de la Policía Federal, en la casa de las monjas”. Para Lobos, se ha demostrado que Vera conocía cabalmente toda esta situación y por ende, es clara su responsabilidad.

jueves, 18 de octubre de 2012

Se reanuda el juicio por los Mártires de Chamical


Manifestación frente a los Tribunales Federales de La Rioja


Este jueves se reanuda el juicio por el crimen de Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados en La Rioja durante la dictadura cívico militar. El juicio que se realiza en esa ciudad había pasado a cuarto intermedio luego que la justicia resolviera el traslado de Luciano Benjamín Menéndez al hospital sito en la cárcel federal de Ezeiza. De esta manera se dejó sin efecto el pedido de apartar al represor del juicio presentado por sus defensores. 

Las abogadas de la querella de la hermana de Murias afirmaron “Las expectativas siguen siendo las mismas, esperamos que no se interpongas más obstáculos y que el juicio tenga continuidad”. Explicaron, además, que el proceso fue sometido a una serie de interrupciones amparadas bajo el argumento de los problemas de salud de los genocidas. “En el último peritaje médico realizado a Menéndez ha demostrado que sus problemas de salud que padecen no le impide presenciar el juicio” sentenciaron las letradas.

lunes, 17 de septiembre de 2012

La Rioja: para Menéndez que lo mira por TV

por Javier Puigdomenech, desde La Rioja

El Tribunal Oral Federal de La Rioja - integrado por los jueces José Camilo Quiroga Uriburu, Jaime Díaz Gavier y Carlos Lascano - volvió a suspender el juicio por los asesinatos de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville. Fue por un pedido del genocida Luciano Benjamín Menéndez, quien dijo sentirse descompensado durante el testimonio de Aurelio Ortiz, sobre la visita de Menéndez al desaparecido Obispo Enrique Angelelli. La próxima audiencia será el jueves 20 y el genocida Benjamín Menéndez la presenciará por teleconferencia, “rodeado y contenido de sus afectos desde Córdoba”, tal como fuera propuesto por sus abogados defensores. La abogada de la familia Murias, María Elisa Reinoso interpuso un recurso de casación a la resolución y calificó como “un verdadero mamarracho” la propuesta de la fiscalía que tuvo el acompañamiento de la querella del Estado provincial a cargo de Ramiro Fresneda. 

Los informes elaborados por los peritos médicos del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Córdoba afirmaban que Menéndez puede participar de cuerpo presente con asistencia por intervalos de dos horas. Este exhorto, no obstante, no fue cumplido por los jueces Uriburu, Díaz Gavier y Lascano. Desde la querella de Murias, la doctora María Elisa Reinoso dijo que “hay una evidente falta de colaboración del gobierno de La Rioja, del Ministerio de Salud y del Hospital Enrique Vera Barros, ya que es su deber proveer de personal necesario para atender la salud de estos genocidas que vienen con informes médicos acerca de su debilitamiento, sobre todo en casos de delitos de Lesa Humanidad”.

Por otra parte, el abogado de Domingo Vera (acusado de asesinato), Juan Carlos Pagotto, también presentó un certificado médico que indica que su patrocinado habría sufrido una crisis hipertensiva. A su vez, los jueces llamarán a dos nuevos testigos apellidados Britos y Tanquía, ambos ex policías.

El truncado testimonio de Ortíz

El supuesto estado débil de salud del genocida Menéndez se dio justo en el momento en que el testigo Juan Aurelio Ortíz, expuso que Angelelli le contó sobre su entrevista con Luciano Benjamín Menéndez y que éste, cuando el Obispo lo invitó a rezar por las víctimas, habría dicho: “toda la subversión son una manga de atorrantes, yo por esos no gasto ni un padre nuestro”.

Entre otras cosas, Ortíz detalló que a Angelelli le contaron que al lado de los cuerpos de Carlos y Gabriel había un papel con 4 nombres de quienes serían los próximos en ser asesinados, entre ellos la ex diputada nacional peronista, escribana Juana Romero de Yampara y dos sacerdotes más, Pintos y Sigampa. Además, reveló que luego de las muertes de los mártires, hubo un informe que realizaron las monjas de Chamical bajo la supervisión de Angelelli y allí decía que “parecería que quien capitaneo todo fue el militar aeronáutico Estrella, de corte fascista y sub-jefe de la Base CELPA, junto a Lázaro Aguirre quien el 19 de julio volvió a estar como Jefe, ya que hasta aquél domingo había estado Estrella”.

Asimismo, el sacerdote Ortíz contó la persecución que sufrían cada vez que querían transitar por las calles o rutas de la provincia “hasta las alpargatas nos revisaban” y que Angelelli estaba dispuesto a renunciar, de ser necesario, para que vuelva la paz. También, recordó que hubo una carpeta que no apareció más, donde el Obispo había anotado "absolutamente todo" acerca de los asesinatos.

viernes, 14 de septiembre de 2012

La Rioja: Con Menéndez en duda, continúa el juicio por los "Mártires de Chamical"

por Javier Puigdomenech, desde La Rioja 

Se llevó a cabo en el Tribunal Oral Federal La Rioja, la quinta jornada por el crimen de los “mártires de Chamical”, Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, asesinados el 18 de julio de 1976. El proceso se halla en plena etapa testimonial; ayer, en un día maratónico, declararon seis testigos. Mañana prestará testimonio, Alilo Ortiz, quien fuera secretario de monseñor Enrique Angelelli. Una vez más, Menéndez se retiró por problemas de salud y estuvo ausente casi toda la jornada. 

Una de las abogadas que representa a la familia Murias, la doctora María Elisa Reinoso, expresó que en esta etapa se está demostrando el contexto, la persecución y el sometimiento a la Iglesia, a los civiles y a los mismos policías. Destacó el aporte de Félix Portugal, Miguel La Civita y Julio Sedán y remarcó las contradicciones en relación a las declaraciones anteriores: “algunos (testigos) son reticentes de memoria selectiva”. 


Además, quedó clara la relación existente entre la policía de Chamical y la Base Militar (CELPA), lo que se demostró con la declaración de Félix Portugal, quien una noche a las 22 fue llevado a la Base Militar y fue “interrogado” por Aguirre hasta las 6 de la mañaña. Asimismo, afirmo que recibió órdenes de Vera para investigar a los sacerdotes, pero nunca lo hizo y agregó que “Estrella preguntó qué policías eran adictos al gobierno peronista, y dije que yo era peronista. Desde entonces comenzaron a perseguirme pidiéndome la renuncia. A lo que me negué porque tenía que alimentar a mi familia, luego comenzaron a trasladarme constantemente por toda la provincia”. 

La declaración de Portugal, luego fue reafirmada por Julio Sedán que añadió que el día del golpe militar Estrella se presentó en la comisaría y anunció que desde ese momento las Fuerzas Armadas se hacían cargo de la Policía. Igualmente, recordó que desde el golpe de estado “siempre iba Aguirre a pedir novedades de todos los movimientos”. “Después de lo de los curas, la gente ya no quería ir a la comisaría a denunciar nada, tenían mucho miedo”. 

La parte más reveladora del relato fue cuando Sedán señaló que “uno cree que han cometido semejantes crímenes en la puerta de Chamical para que todo el país lo viera”. Lo que demuestra que se pretendía con su muerte dar un mensaje “ejemplificador” al arco social que apoyaba el proyecto que representaba Angelelli. 

Tras de la querella de la Familia Murias, Julio Guzman, quien fuera sacerdote de la pastoral de Angelelli, relató: “Nos decían que éramos marxistas, recibíamos dinero de Francia que mandábamos a las comunidades de agricultores y ellos decían que era plata que venía de Rusia”. El ex sacerdote Julio Guzman afirmó: “La episcopal de obispos no respondió como todos esperábamos que iba a responder: la Iglesia tenía un peso, un prestigio y una palabra, pero gracias a Dios los va perdiendo. Yo pensé que el Episcopado iba a ayudar muy fuertemente, pero se desentendieron, insistieron en que fue un accidente. No estuvieron a la altura. La cúpula se desentendió. Esto es un pecado como tienen los gobiernos.” 

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