Mostrando entradas con la etiqueta jueces. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta jueces. Mostrar todas las entradas

miércoles, 5 de junio de 2013

Otros dos ex jueces procesados por delitos cometidos durante la dictadura cívico militar


En Santiago del Estero, los ex jueces federales Arturo Liendo Roca y Santiago Olmedo de Arzuaga (también ex vocal de Cámara en Catamarca), fueron procesados por los delitos de "abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público", por el juez federal Guillermo Molinari de esa provincia. El procesamiento se volvió a impulsar después de las denuncias en su contra en el juicio en el que se condenó al genocida Musa Azar el año pasado.

Sin embargo estos dos ex jueces ya habían sido imputados en el 2004 por delitos durante la dictadura, esa vez por asociación ilícita y denegación de justicia junto con Luis Eduardo López (secretario penal durante la dictadura y luego camarista federal en Santiago del Estero) y la ex secretaria Lorna Hernández. López fue sobreseido en abril del 2011 por el juez ad hoc Eduardo Coroleu, quien sólo estuvo 3 días a cargo de la causa, hasta que el pasado 29 de mayo, la Cámara de Apelaciones de Tucumán anuló el sobreseimiento de Luis Eduardo López, y se lo puede volver a investigar.

Liendo Roca antes de 1976 fue fiscal y en la dictadura fue juez federal. Olmedo  trabajó como juez ad hoc cuando Liendo Roca debía abstenerse de intervenir en los casos de algunos presos políticos en los que había trabajado como fiscal. Eduardo Luis López, en tanto, era secretario penal. Olmedo de Arzuaga se hizo conocido fuera de la provincia cuando le tocó presidir el tribunal que juzgó el crimen de María Soledad Morales en Catamarca y quedó registrado por las cámaras de televisión cuando le hacía un gesto a una de las partes.

Volviendo al 2004  el Juez Federal Ángel Toledo, decidió sobreseer directamente a Liendo Roca y a Santiago Olmedo, sin siquiera haberles tomado una  declaración indagatoria. La fiscalía presentó recursos por 7 años hasta que en julio del 2011, la cámara de Casación de Nación decidió intimar al tribunal oral de Santiago  presidido por Pedro Ibáñez e integrado por los conjueces Eduardo Coroleu y Guillermo Ruiz Alvelda. Estos jueces sostuvieron que la fiscalía tenía razón, que no se puede sobreseer a alguien sin investigar los delitos, pero terminaron resolviendo que los delitos por los que los imputados Liendo Roca y Olmedo estaban acusados ya habían prescripto.

En agosto del 2012 la  Sala IV  de la Cámara Federal de Casación Penal revocó el sobreseimiento de Liendo Roca y Olmedo de Arzuaga y ordenó investigar la participación de ellos en delitos durante la dictadura y ayer fueron procesados.

Durante las actuaciones del año pasado en el máximo tribunal penal de la Nación  el fiscal ante la Cámara, Raúl Plee, planteó que “de autos surge nítidamente que Santiago Olmedo de Arzuaga incumplió sus deberes de juez federal –subrogante– en relación con Mercedes Cristina Torres y Luis Garay, de quienes conoció sus privaciones ilegítimas de la libertad y torturas agravadas, tolerando y permitiendo la perpetración de estos delitos, ello por cuanto si hubiese cumplido con sus deberes de funcionario judicial, esas personas no habrían sido víctimas de los delitos antes mencionados”.

Lo mismo dijo de Liendo Roca. “Incumplió sus deberes de fiscal federal antes de producirse el golpe de Estado de marzo de 1976 y de juez federal durante el gobierno de facto en relación con Luis Roberto Avila Otrera, Cristina Torres, Raúl Eduardo Dargoltz, Luis Guillermo Garay, Daniel Eugenio Rizzo Patrón, María Susana Habra, Ramón Orlando Ledesma Miranda, Enrique Figueroa Nieva, Javier Silva y Margarita del Valle Urtubey, de quienes conoció las privaciones ilegítimas de sus libertades y torturas agravadas tolerando la perpetración de estos delitos en perjuicio de los antes nombrados.”









jueves, 4 de abril de 2013

La justicia al banquillo. Parte 2: ¿Quienes son los jueces de la dictadura que están procesados?


Fueron conocidos los casos del procesamiento de los ex jueces Carlos Otero Álvarez en Córdoba y Roberto Catalán, o el ex camarista Otilio Romano, prófugo en Chile desde 2011. Otros casos, no obstante, no resonaron en los oídos sordos de los grandes grupos de medios de comunicación. 

El ex camarista federal de Mendoza, Roque Otilio Romano Ruiz está acusado como “partícipe primario” en 103 casos de violaciones de los derechos humanos, entre desapariciones, secuestros, asesinatos y torturas durante la última dictadura cívico-militar, época en la que se desempeñaba como fiscal federal en Mendoza. Romano utilizaba las declaraciones hechas bajo tortura por detenidos en los centros clandestinos y las utilizaba para acusarlos en procesos penales. Recientemente, en su último descargo, mientras enfrenta en Chile la finalización del juicio de extradición, rechazó los cargos y afirmó que existe una persecución política en su contra, en un escrito judicial en el que contesta las acusaciones, Romano asegura que las "imputaciones obedecen a razones de índole político”. El ex juez está prófugo de la justicia desde agosto del 2011 cuando pidió refugio político en Chile, pero el gobierno chileno rechazó otorgárselo en mayo de 2012, al estimar que "no estaban los elementos para señalar su calidad de perseguido político". A fines del 2012 varias víctimas directas en casos donde actuó Romano, viajaron a Chile para explicar al juez supremo Sergio Múñoz cómo operaba el ex camarista federal en Mendoza. 

El ex camarista Romano fue destituido en diciembre del 2011 por un Jurado presidido por la camarista federal María Noli e integrado por la también magistrado María Najurieta, los senadores Rolando Bermejo y Emilio Rached, los diputados Oscar Albrieu y Ricardo Buryaile y el abogado Fabián Sahade.


El Juez federal Walter Bento confirmó que habrá juicio oral para el ex camarista Luis Miret, imputado por garantizar la impunidad de los delitos de lesa humanidad. Con una treintena de causas en su contra, por omitir investigar denuncias de torturas, violaciones y desapariciones forzadas de personas y ayudar a que estos delitos se concretasen en el centro clandestino de detención que funcionó en el Departamento de Informaciones de la Policía de Mendoza (CCD-D2). Miret había jurado su cargo como Juez Federal, en 1976, frente a la plana mayor del gobierno provincial de facto.

El 12 de marzo de 2011 fue destituido de su cargo por fallo unánime del Consejo de la Magistratura de la Nación, por los diversos delitos señalados antes, Miret presentó su renuncia luego de ser suspendido, pero no le fue aceptada. De entre todos los casos pueden destacarse el secuestro del estudiante de medicina Luis Rodolfo Moriña ocurrido ocurrió el 22 de noviembre de 1975, y de otras personas detenidas con el pretexto de la llamada “ley antisubversiva” (20.840), como Luz Faingold que tenía sólo 17 años cuando fue secuestrada y trasladada como si fuera mayor a la D2 el 29 de agosto de 1975.

Luis Miret fue suspendido y expulsado como profesor de la Facultad de Derecho en la Universidad Nacional de Cuyo en abril de 2010, donde era profesor de Filosofía del Derecho. Fue una decisión unánime del Consejo Superior en una audiencia, que tuvo carácter de pública y en la cual Luis Miret no se hizo presente. Poco después el conjuez Luis Santamaría, abogado del foro local, repuso a Miret a la Universidad Nacional de Cuyo por una medida cautelar.

El Juez federal de Mendoza Walter Bento también imputó por garantizar la impunidad de los delitos de lesa humanidad y omitir investigar a los ex jueces Guillermo Petra Recabarren, Evaristo Carrizo y Gabriel Guzzo. Todos, con Miret, serán juzgados por un tribunal oral de Mendoza.

El ex juez Gabriel Fernando Guzzo está imputado por como partícipe de 109 delitos de lesa humanidad pero está preso con arresto domiciliario. Varios presos políticos que pasaron por el CCD-D2 declararon ante él y le denunciaron haber sido secuestrados, vendados, torturados a golpes y con picana; sin embargo, nunca actuó en consecuencia. Sistemáticamente Guzzo rechazaba todos los habeas corpus que presentaban las familias de las personas que eran secuestradas en operativos clandestinos. Con la democracia, Guzzo llevaría a punto muerto las causas relativas a delitos cometidos durante la dictadura.

Evaristo Carrizo será juzgado por 19 omisiones de investigar desapariciones, secuestros, torturas, robos y violación de domicilio. Por su parte Petra Recabarren era defensor oficial pero subrogaba como juez de la dictadura y está imputado por 17 omisiones de impulsar la pesquisa sobre desapariciones y privaciones ilegales de libertad.

Carrizo y Guzzo también habrían tenido conocimiento, a través de las indagatorias, de la situación de Luz Faingold.

En septiembre del 2012, el juez Federal de La Rioja y subrogante del juzgado Federal 2 de Córdoba, Dr. Daniel Herrera Piedrabuena, ordenó la detención y traslado al penal provincial de Bouwer del ex camarista federal Carlos Otero Álvarez. Fue en el marco de una causa en la que se investiga la presunta connivencia entre funcionarios y magistrados con los funcionarios de la última dictadura cívico-militar; Otero Álvarez estaba imputado por los delitos de "incumplimiento de la obligación de promover la persecución penal" y "aplicación de tormentos" y su "actitud pasiva" ante el terrorismo de estado durante su desempeño como secretario del Juzgado Federal 1 cordobés durante la dictadura. En aquella época el juez federal era Adolfo Zamboni Ledesma y Otero Alvarez era su secretario. 

Significativamente Otero Álvarez integró el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba que, en 2008, condenó a prisión perpetua a Luciano Benjamín Menénez y a otros genocidas por los delitos de lesa humanidad que cometieron en Córdoba.

Una de las acusaciones contra Otero Álvarez fue la realizada por el secretario de Derechos Humanos de la Municipalidad de Córdoba, Luís Miguel Baronetto, porque  había autorizado el traslado de presos que estaban alojados en la cárcel de barrio San Martín (ciudad de Córdoba), quienes luego serían fusilados, una de las fusiladas fue Marta González, la esposa de Baronetto. 

Una semana antes habían sido detenidos otros funcionarios judiciales como los ex defensores oficiales de la justicia federal de Córdoba, Ricardo Haro y Luis Eduardo Molina, además del ex fiscal federal de esa provincia, Antonio Sebastián Cornejo, junto al ex Juez Federal, Miguel Ángel Puga. 

En octubre de 2012 el Juez Federal, Herrera Piedrabuena, dictó el procesamiento de Antonio Sebastián Cornejo, Miguel Ángel Puga junto al ex juez Carlos Otero Alvarez por los delitos de “incumplimiento de la obligación de promover la persecución penal y encubrimiento”, y como partícipes secundarios de los delitos de homicidio calificado e imposición de tormentos. A la vez, Piedrabuena, dictó la falta de mérito respecto de los hechos por los que fueron indagados los ex defensores oficiales, Ricardo Haro y Luis Molina.

 Al ex juez federal de Salta Ricardo Lona se lo acusa de encubrimiento y prevaricato por no haber investigado once denuncias que llegaron a su conocimiento (era el único juez federal de Salta), sobre privaciones de la libertad antes y durante la última dictadura cívico militar y sobre la desaparición de personas. Uno de los casos fue el de la desaparición del gobernador salteño Miguel Ragone, Lona cerró la causa dos meses después que la familia realizó la denuncia en marzo de 1976.
El ex juez Lona había sido sobreseído por la Cámara Federal de Apelaciones de Salta en junio de 2010 pero, recientemente, la Cámara Federal de Casación Penal reabrió la causa revocando el fallo del 2010 y prohibiendo la salida del país de Lona, quien seguirá procesado.

martes, 30 de octubre de 2012

La justicia procesó a ex jueces por delitos de lesa humanidad

La justicia federal dictó el procesamiento contra el ex juez Miguel Ángel Puga, el ex fiscal Antonio Cornejo y el ex secretario Carlos Otero Álvarez. Los funcionarios del poder judicial son investigados por su actuación "omisiva" en causas donde fueron víctimas detenidas y puestas a disposición de la Justicia Federal en Córdoba durante la última dictadura cívico militar.

El ex juez Miguel Puga y el ex fiscal Antonio Cornejo son investigados por incumplimiento de sus deberes como funcionarios del poder judicial en por lo menos ocho casos de tortura y homicidios. Otero Álvarez es investigado por encubrimiento y participación secundaria de ochenta y seis hechos, en los delitos de "homicidio calificado, imposición de tormentos, allanamiento ilegal y privación ilegítima de la libertad, concursados idealmente entre si."

El Secretario de Derechos Humanos de la CTERA, Rogelio De Leonardi, afirmó que "la medida es oportuna, estos últimos años hemos insistido en la pata civil de la dictadura y la participación de miembros poder judicial". De esta misma manera señaló que "la omisión, encubrimiento y complicidad de los jueces era necesaria para llevar el plan de exterminio que se propusieron militares y civiles para imponer el modelo neoliberal en nuestro país. Hoy, el avance de la lucha por justicia se enfrenta a una rígida corporación judicial, no olvidamos que los jueces actuales son los discípulos de Zamboni, Otero Álvarez, Puga y Cornejo."

No hace mucho, tras la detención de Otero Álvarez, el juez Jaime Díaz Gavier - que integra el Tribunal que juzga a Luciano B. Menéndez por los mártires de Chamical - defendió al ex magistrado. "Es un hombre de bien" dijo Díaz Gavier, quien en una entrevista de Página 12, ante la pregunta de sí era factible que él juzgara a Otero Álvarez respondió "en ese caso tendría que apartarme porque estoy vinculado por lazos de afecto, compartimos quince años en la magistratura." Díaz Gavier, junto a Carlos Lascano y el riojano José Quiroga Uriburu, se habían negado a llamar a declarar a la jueza Cristina Garzón de Lascano en el juicio por los crímenes en la Unidad Penitenciaria 1. La ex magistrada había actuado como secretaria civil del ex juez cordobés de la dictadura Adolfo Zamboni Ledesma. Para De Leonardi "es más que sólo una generación de funcionarios, no hay que perderle el rastro a la pista de la corporación judicial."



jueves, 30 de agosto de 2012

Procesan al ex juez Miguel Angel Puga y al ex fiscal Antonio Cornejo por complicidad en delitos de lesa humanidad

La justicia federal de la Provincia de La Rioja dictó el procesamiento con prisión preventiva para el ex juez federal Miguel Angel Puga, acusado por complicidad en crímenes de lesa humanidad. Tras receptarle la declaración indagatoria en la causa, resolvió ordenar la detención del ex juez federal y su traslado al servicio Penitenciario de Bouwer. También fue dictado el procesamiento con prisión domiciliaria para el ex fiscal federal Antonio Sebastián Cornejo, acusado de incumplimiento de su deber como funcionario judicial y “aplicación de tormentos en calidad de cómplice secundario”. Tanto Cornejo como Puga se los acusa de no haber investigado los crímenes de José Moukarzel y Miguel Mozé. 

Miguel Mozé
José Mourkazel
En la causa a cargo del juez federal de La Rioja, subrogante del Juzgado Federal Nº2 Daniel Piedrabuena, también está imputado el también ex fiscal Alí Fuad Alí, sospechado de posible responsabilidad en casos de lesa humanidad. 

Este no fue el único caso en los que se investiga la actuación de ex magistrados y funcionarios del poder judicial en causas donde resultaron víctimas personas detenidas durante la última dictadura cívico militar. En La Rioja es investigado también el ex juez Roberto Catalán por el mismo motivo. 

Más vistos

@ddhhctera

Archivo