Adios Mandela (adios a un revolucionario)

El pasado 5 de diciembre falleció Nelson Mandela, un revolucionario que luchó, junto a muchos otros, por la liberación del pueblo sudafricano. 

Ahora muchas crónicas y reconocimientos presentarán, sencillamente, a Nelson Mandela como un luchador contra la discriminación racial, o como un pacifista al igual que Mahatma Ghandi, como sostuvo el pasado viernes 6 el ex-presidente chileno Ricardo Lagos, entre otros. También se presentará la abolición del apartheid casi como una acción individual o se dirá que sólo se debió al fin de la Guerra Fría al desmembrarse la Unión Soviética o por el bloqueo internacional (que algo tuvieron que ver), o por iniciativa personal del presidente sudafricano Frederik Willem de Klerk -cuestión que seguramente incidió, aunque era evidente que  la clase dominante del estado represivo no tenía margen político para mantener el apartheid.-. Aunque, todas estas cuestiones que circulan en la narrativa periodística en estos últimos días hayan tenido algo de incidencia ninguna explica por sí sola la importancia del liderazgo de Mandela y la construcción política detrás del hombre.

Mandela nació en Sudáfrica, en el poblado de Mvezo que pertenecía al clan Madiba, el 18 de julio de 1918, su nombre era Rolihlahla Dalibhunga Mandela, pero los nombres por los que es reconocido les fueron dados por otros, así fue nombrado Nelson, por una maestra inglesa y el de Tata Madiba le fue dado como título honorífico por los ancianos de su clan. Estudió derecho en la Universidad de Witwatersrand, donde se graduó, en 1942 y fue uno de los primeros abogados de piel negra. En 1944 ingresó en el Congreso Nacional Africano (CNA), que se había fundado el 8 de enero de 1912 en Bloemfontein, con el objetivo de defender los derechos de la mayoría negra del país. En 1948 tomó el poder el Partido Nacional, que fue promulgando diversas leyes (la ley de Prohibición de Matrimonios Mixtos o la ley de Areas Grupales.), para institucionalizar la segregación racial ya existente y expandir el control económico del país, imponiendo el régimen del apartheid. Frente a esta coyuntura el CNA, presidido desde 1952 por Mandela, organizó protestas pacíficas con bastante apoyo social, así la CNA paso de tener 7.000 afiliados a más de 100.000. Por lo cual la represión se intensificó y se llegó a encarcelar a unos 8.000 militantes, incluyendo a Mandela que estuvo en la cárcel de Johannesburgo hasta 1955. El CNA promovió la aprobación de un documento llamado Carta de la Libertad, en el que se impulsaba la aspiración de un Estado multirracial, igualitario y democrático, una reforma agraria y una política de justicia social en el reparto de la riqueza, algo que recién se pudo empezar a realizar 40 años después.


El racismo del gobierno sudafricano se intensificó en 1956 cuando se aprobó el plan de crear siete reservas de bantustanes, que eran unas zonas aisladas y separadas de resto de la población, donde se quería confinar a la población negra, sacándoles sus tierras. El CNA se sublevó contra  tanta persecución con manifestaciones multitudinarias y boicots, así muchos militantes y Mandela fueron detenidos y juzgados de nuevo, pero Mandela fue liberado por falta de pruebas.


 En 1960 la policía sudafricana abrió fuego contra una manifestación en contra de la segregación racial en Sharpeville, en esa masacre  murieron 69 manifestantes y 180 fueron heridas. Inmediatamente el CNA fue prohibido y tuvo que pasar a la clandestinidad; desde entonces la política  del Congreso Nacional Africano se transformó en lucha armada para liberar al pueblo; su brazo armado, se denominó Umkhonto we Sizwe (Lanza de la Nación), y realizó actos de sabotaje y emprendió una guerra de guerrillas, en alianza con el Partido Comunista Sudafricano y luego también con el Congreso de Sindicatos Sudafricanos. Durante el enfrentamiento armado del CNA contra el Gobierno, su líder, Nelson Mandela, fue capturado y  encarcelado en 1962 y durante 27 años estuvo recluido en distintas cárceles del país; en Robben Island era el preso número 466/64. Cuando fue arrestado Mandela era miembro del entonces clandestino Partido Comunista Sudafricano y, a la vez, integraba el Comité Central de ese Partido.

Sobre este momento histórico, Mandela dijo en Cuba en 1991 "Es bien sabido que la respuesta del estado a nuestras legítimas demandas democráticas fue, entre otras, la de acusar a nuestra dirigencia de traición y realizar a comienzos de los años 60 masacres indiscriminadas. Estos hechos y la proscripción de nuestra organización nos dejó sin otro camino que el de hacer lo que ha hecho cualquier pueblo que se respete a sí mismo, es decir, levantarnos en armas para reconquistar nuestro país de las manos de los racistas".

Pocos exigieron la libertad de Mandela y de otros presos políticos, sólo partidos de izquierda y movimientos de liberación del Tercer Mundo como el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) o el Frelimo de Mozambique y algunos países como Cuba y los del bloque socialista. Aunque desde la década de 1960 el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), emitió unas declaraciones formales contra el apartheid y en 1977 propusieron un bloqueo de armamento para Sudáfrica, recién en junio de 1980, el Consejo de Seguridad de la ONU pedía al gobierno sudafricano por la libertad de Mandela y  los demás presos políticos. Uno de los pocos políticos de Europa y Estados Unidos que luchó abiertamente contra el apartheid fue Ted Kennedy que en 1985 estuvo en Sudáfrica con Winnie Mandela y otros líderes que luchaban contra el apartheid, también consiguió que el Congreso de EEUU aprobara y sostuviera una ley anti-apartheid a pesar del veto de Ronald  Regan.

Mandela fue liberado (junto con otros 120 integrantes del CNA) el 11 de febrero de 1990, poco tiempo después que desde el gobierno de De Klerk se comenzaran impulsar el fin del apartheid. Desde ese momento empezó a construirse la imagen de sentido común del Mandela sólo pacifista y reconciliador, reforzado por el premio Nobel de la Paz que le otrogaron en 1993 junto a De Klerk, el representante de los racistas, algo similar a lo que le hicieron al pueblo vietnamita en 1973 (Lê Ðức Thọ no lo recibió). Sin embargo, y al mismo tiempo, para Estados Unidos Mandela fue un terrorista hasta el  2008, cuando cumplió 90 años.

La razón por la cual Cuba fue el primer país fuera de Africa que visitó Mandela luego de ser liberado, la explicó el mismo en su discurso, junto a Fidel Castro, en la ciudad cubana de Matanzas el 26 de julio de 1991:

"¡La aplastante derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale (el 27 de junio de 1988, por las tropas de Cuba y Angola), constituyó una victoria para toda África!  Sin la derrota infligida en Cuito Cuanavale nuestras organizaciones no hubieran sido legalizadas...La derrota del ejército racista en Cuito Cuanavale hizo posible que hoy yo pueda estar aquí con ustedes ¡Cuito Cuanavale marca un viraje en la lucha por librar al continente del azote del apartheid!”... ¡La decisiva derrota de las fuerzas agresoras del apartheid destruyó el mito de la invencibilidad del opresor blanco!".

En esa oportunidad a Mandela se le otorgó la Orden José Martí, la máxima distinción de Cuba. Lo que opinaba Mandela sobre la lucha social como una de las causas principales del fin del apartheid y facilitada por la derrota militar del gobierno sudafricano, es muy diferente a lo que quieren instalar de un logro individual y, a la vez, negando la acción revolucionaria de Mandela. Como resumen de los que quieren imponer esto, hace unos días el periodista español Ignacio Ramonet sostuvo que Mandela fue "una singularidad política que solo se puede comparar a la de Gandhi... representa un líder político que obtiene... la caída del apartheid, pero que lo obtiene con una fuerza espiritual que marca más los espíritus que su victoria política [basada en] el no revanchismo, el no odio, la no venganza... ha conseguido una independencia, en cierta medida, o el derrumbe de un régimen detestable y odioso".

Para aclarar sobre la derrota militar sudafricana, diremos que a mediados de octubre de 1975 fuerzas cubanas fueron reforzando su presencia en Angola para apoyar al gobierno del MPLA, cuando los ejércitos de Sudáfrica y Zaire y las fuerzas mercenarias  del UNITA y el FNLA con asesores militares sudafricanos y de EEUU, invadieron el pais para tomar el gobierno, algo que no pudieron lograr. La guerra siguió con altibajos, hasta que a finales de 1987 se produjo una gran invasión de tropas sudafricanas junto con el UNITA apoyado por los EEUU. La presencia de 55 mil soldados cubanos favoreció las derrotas de los sudafricanos y los mercenarios primero en Cuito Cuanavale y luego en Calueque, las cuales determinaron que en diciembre de 1988 se firmara el "Acuerdo Trilateral de Nueva York" entre Angola, Sudáfrica y Cuba, donde también se resolvió la independencia de Namibia.

Luego de esto los grupos de poder en Sudáfrica decidieron que el presidente Frederik de Klerk inicie a fines de 1989 negociaciones con los líderes Congreso Nacional Africano y otros grupos para poner fin al apartheid. Esto finalizó con las primeras elecciones democráticas que permitieron que Mandela sea el presidente de Sudáfrica entre 1994 y 1998. Ya como presidente él era muy consciente del contexto histórico y social en el que asumía, sabiendo esas condiciones objetivas el centro de su política fue lograr el fin del Estado represivo y la reconciliación nacional. Pero eso no era lo único que quería lograr ni el fin último, sino que la reconciliación nacional fue la base para alcanzar el verdadero objetivo, que era lograr una unidad de grupos políticos y sociales para  llegar a una sociedad sudafricana libre de discriminación racial y social, más igualitaria y sin sumisión de la mayoría de la población; lo que estaba en la "Carta de la Libertad" del CNA 40 años antes. Para Mandela la verdadera reconciliación nacional no podía alcanzarse en una sociedad marcada por la gran desigualdad social y la explotación capitalista de la minoría que siempre gobernó el país.


Nelson Mandela fue un verdadero revolucionario que luchó de manera organizada por la liberación de su pueblo. Tata Madiba ¡Hamba kahle Mkhonto! (¡Que vayas bien, bravo guerrero! canción de los combatientes Umkhonto).