El juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra: cruces y declaraciones
Nuevas
audiencias de las cuarta
y quinta semana del
juicio por el asesinato
de Mariano Ferreyra, el
compañero que luchaba
contra la tercerización
laboral en el
ex-ferrocarril Roca, y por
las heridas ocasionadas a
Nelson Aguirre, Elsa
Rodríguez y Ariel Pintos
(hechos ocurridos el 20
de octubre de 2010).
El Tribunal Oral Criminal
21 de la CABA,
prevé un cronograma para
la realización de
audiencias los lunes,
martes y jueves, que
prosigue el día de
mañana.
Desde el 27 de agosto
hubo 6 audiencias, en la del lunes 27 la presidencia la asumió el
juez Carlos Bossi; en esta oportunidad declaró María Wenceslada
Villalba de 59 años, que estuvo entre el grupo de militantes que
fueron atacados por la patota de ferroviarios. Su relato confirmó
nuevamente lo que ya declarararon otras víctimas, así contó que se
reunieron con sus compañeros en el local del partido y como no
pudieron cortar las vías en la Estación Avellaneda, entonces
siguieron hasta Capital bordeando el Puente Bosch hacia Barracas.
Cuando quisieron tomar las vías a la altura del terraplén, tuvieron
que retroceder sin lograr su objetivo por las piedras y cascotes que
les tiraba un grupo de ferroviarios, ella recibió una pedrada en el
abdomen, luego se reúne con sus compañeros y vio a dos patrulleros
y a ferroviarios que se cubrían detrás de los patrulleros, después
de esto no vio a ningún policía por el lugar. Agregó que se hizo
la asamblea, y que cuando se estaban yendo, vio venir a la patota, y
que cuando cayó Elsa, ella pensó que estaba muerta y después vio
caer a Mariano, María trató de ayudarlo luego de que fuera herido
de muerte por la patota de los ferroviarios de la UF y barrabravas,
también declaró que no vio cuales fueron los tiradores.
El martes 28 solamente
atestiguaron tres de los cinco policías que debían declarar, una de
las razones de esto fue la lentitud de la fiscal Jalbert y también
las reiteradas discusiones entre la fiscal y Freeland, el defensor
del “Gallego” Fernández. El primer testigo fue Domínguez, le
siguió Coronel y por último Ortigosa. En lo único en que
coincidieron los tres testigos es que la patota de ferroviarios sale
corriendo hacia los militantes y los tercerizados cuando estos se
estaban retirando del lugar hacia la Av. Vélez Sarsfield. Domínguez
calculaba unas 150 personas entre los ferroviarios; y sólo 60
personas entre los militantes y los tercerizados. Luis Humberto
Coronel estaba dubitativo y cambiaba su descripción de un momento a
otro como sobre quiénes tiraban piedras, en qué dirección iban y a
qué distancia estaba él. Por otra parte lo que declaró Ortigosa
comprometió a los ferroviarios y echó abajo la hipótesis del
enfrentamiento sostenida por las defensas. El dijo que estaba vestido
de civil junto a otros tres policías de la División Roca, describió
claramente el ataque de los ferroviarios en el momento en que los
tercerizados y militantes iniciaron la marcha para alejarse de los
ferroviarios y cómo un pequeño grupo de la patota casi los agredió
a él y los otros tres policías.
En la audiencia del
jueves 30 El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 21 de la CABA recibió
el jueves 30 las declaraciones, como testigos, de seis policías que
hicieron tareas de inteligencia para recabar datos de los acusados en
el juicio Así, declararon los oficiales de la Policía Federal
Alejandro Recalde y Gabriel Kukaschi, el sargento Alejandro Tocalino,
el principal Angel Castro, el inspector Gerónimo Molina y la
subteniente de la Policía Bonaerense Mónica Giose.
El sargento Alejandro
Tocalino (policía de la localidad de Quilmes), complicó con su
declaración ante el tribunal a Cristian Favale. Tocalino dijo que
Favale llamó reiteradas veces a su Nextel después del asesinato de
Mariano Ferreira, para contarle que había estado en el lugar del
hecho y para pidirle que le avisara si se enteraba lo que hubiera
sobre él en la investigación por el asesinato de Mariano y las
heridas a los otros. En audiencias anteriores dos testigos, Lisandro
Martínez y de Eduardo Belliboni, que sobrevivieron al ataque
identificaron a Favale como la persona que disparó contra los
manifestantes. Otro testigo, el principal Angel Dardo Castro, que
participó en las tareas de inteligencia sobre Favale, explicó que a
través de escuchas y seguimientos se pudo constatar que en los días
posteriores al homicidio Favale se reunió, al menos, con una persona
de la Unión Ferroviaria.
El comisario inspector
Alejandro Reclalde, fue el que preparó el sumario interno sobre la
actuación policial en los hechos del 20/10/2010, este testigo
reconoció que tres comisarios que están acusados tenían capacidad
de mando y podían haber tomado medidas para evitar el ataque de la
patota. Así Recalde admitió que Mansilla (de Control de Líneas),
Ferreyra (de la División Roca) y Lompizano (de la Dirección General
de Operaciones) podían haber hecho algo para evitar la muerte de
Mariano y las lesiones a sus compañeros.
El lunes 3 de septiembre
Pedraza y el Gallego Fernández no concurrieron a la audiencia. Para
adelantar la fiscal Jalbert propuso incorporar “por lectura” el
testimonio de unos diez policías citados a comparecer ante el
tribunal. Luego declaró el policía Víctor Apazza, quien participó
de los allanamientos a la sede de la Unión Ferroviaria y a las
oficinas de la cooperativa “Unión del Mercosur”, una de las
empresas terecerizadas que era administrada por la burocracia de la
Unión Ferroviaria y por sus familiares. Este policía también
intervino en la detención de Pedraza en su piso de un millón de
dólares de Puerto Madero. Otro declarante fue el gendarme Jorge
Tejada, que realizó tareas de inteligencia en los talleres
ferroviarios de Remedios de Escalada y que reconoció a Juan Carlos
Pérez, en uno de los videos.
El martes 4 declaró ante
el Tribunal Oral Criminal 21, con extremas medidas de seguridad, el
testigo protegido Alejandro Jesús Benítez; fue durante casi seis
horas pero sin público y con la presencia de los 17 acusados,
Benítez, que es guarda ferroviario desde 1995 y trabajó en los
talleres de Constitución, reconoció que formaba parte del grupo de
ferroviarios convocados por el delegado de la UF Díaz a través del
delegado Alberto “Tano” Carnevale, también reconoció que era el
que aparece en todas las filmaciones con una mochila. Benítez dijo
que fue hasta la estación Avellaneda, donde vio a varios de los
ferroviarios acusados, como Gabriel “Payaso” Sánchez, Juan
Carlos Pérez, Salvador Pipito, Armando Uño, a Díaz y Jorge
González, pero también a otro grupo que él no reconocía como de
ferroviarios. Sobre la supuesta pelea que arguyen los defensores,
Benítez dijo que el ataque lo empieza la patota de la UF, y cuando
los tercerizados y las organizaciones que los apoyaban se estaban
desconcentrando. También relató que Pablo Diaz era el que impartía
las directivas a la patota, la cual estaba separada en dos grupos, en
un momento él vio que uno del otro grupo disparó 4 y cinco veces
hasta que se le trabó el arma. Según este testigo Favale le dijo a
Diaz que “al zurdo gil ese de la gomera le agujereé la panza”.
También comprometió a Juan Carlos “Gallego” Fernández, porque
dijo que el fue quien dio, por teléfono, la orden para irse del
lugar después de los disparos. Además declaró que La Policía
Federal no intentó detener a ninguno de los agresores.
El jueves 6 de septiembre
declaró el segundo testigo protegido llamado Claudio Díaz (que
también era guarda), en esta ocasión tampoco estuvo permitido el
ingreso del público y sí estuvieron todos los acusados. Diaz
comprometió a Gabriel "Payaso" Sánchez (otro guarda), al
decir que este concurrió armado al enfrentamiento; porque le mostró
un revólver de tambor negro mientras iban hacia Avellaneda en el
auto de Sánchez. Este testigo admitió en su declaración que
concurrió al lugar del crimen porque fue convocado por el delegado
de la UF Alberto Carnevale para que fuera a la estación Avellaneda.
Díaz declaró que cuando comenzó el ataque en Barracas, el estaba a
unos 150 metros, y que cuando comenzaron a llover las piedras salió
corriendo, pero una tuerca le produjo un tajo en la cabeza, por lo
cual Pablo Díaz lo mandó a Jorge González (otro de los acusados),
a que lo llevara al Hospital Argerich con otro ferroviario herido,
pero terminaron con un médico del gremio para no cursarse con los
heridos de los militantes. El guarda Sánchez reaccionó y quiso un
careo que fue denegado, pero aceptó declarar y contestar preguntas
del Tribunal (antes no había querido), y dijo que era mentira lo que
decía Díaz y además quiso incriminar al testigo.
Pablo Ferreyra, hermano
de Mariano, le dijo a Telam que la declaración de Sánchez "puede
marcar el principio del fin del pacto de silencio" que existe
entre los acusados del crimen."Durante la declaración Sánchez
se mostró dubitativo y hasta por momentos se le quebró la voz,
sobre todo cuando los jueces lo interrogaron sobre su relación con
barrabravas y grupos de choque de la Unión Ferroviaria (UF)".
Por otra parte en la
causa paralela José Pedraza (el titular de la Unión Ferroviaria),
se negó a declarar ante el juez de instrucción Luis Rodríguez y el
fiscal Juan Necol el martes 04/08. En este juicio se investiga si
miembros de la UF intentaron sobornar a jueces de la Cámara de
Casación Penal para obtener la libertad de los primeros detenidos
por el asesinato de Mariano. En esta causa Pedraza también tiene a
Carlos Froment como abogado
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