Carlos Blaquier viajó a Jujuy para asistir a un “espontáneo” desagravio
Carlos
Pedro Blaquier viajó a la provincia de Jujuy para asistir a una marcha “espontánea” a su favor y luego brindó una conferencia
de prensa rodeado de sus hijos, nietos y directivos de la empresa.
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| Campaña de acompañamiento al juicio |
El dueño del Ingenio Ledesma se encuentra cerca de ser procesado por la Noche del Apagón de 1976. Sobre dichas acusaciones dijo que “Si nosotros no teníamos el control de la electricidad ¿Cómo íbamos a hacer el apagón? Además la electricidad funcionaba muy mal, estaba en manos de la provincia y había apagones constantemente” y agregó que “si a la empresa le va bien, a la comunidad también le va a ir bien.” Estos dichos se completan con información que detalla que en los últimos días punteros del Ingenio salieron a decir que si al jefe lo detenían, Ledesma cerraba. Luego, sostuvo que era falsa la acusación que las camionetas de la empresa fueron utilizadas en secuestros, y afirmó que "el gobierno militar tenía el poder público y no necesitaba ninguna camioneta nuestra ni nada por el estilo. Ellos hicieron lo que quisieron con sus vehículos. Si algunas vez tomaron alguna camioneta no la pidieron prestada, la tomaron de prepo".
El dueño del Ingenio Ledesma está acusado de los apagones sucedidos en el año 1976 y de haber prestado camionetas de Ledesma que ayudaron con el secuestro de 400 personas en Libertador San Martín y Calilegua, de los cuales hoy permanecen 30 desaparecidos. Cada vez que la justicia le pide declarar en los Tribunales de Jujuy se niega alegando un delicado estado de salud. No obstante, la delicada salud no le impidió a Blaquier asistir a un “espontáneo” acto de desagravio hacia su persona.
La actividad fue organizada en la Sala de Calilegua, donde durante la dictadura cívico militar se organizaban festejos para amigos y parte de la prensa local. El acusado se presentó como un anciano frágil y buen padre y abuelo, rodeado de sus hijos y nietos.
La intención de la defensa de Blaquier es desvincularlo como responsable civil de la última dictadura militar y victimizarlo. Ya lo había hecho cuando evitó declarar en la provincia argumentado un ataque por parte de militantes de derechos humanos que aguardaban en el Juzgado. La estrategia de la defensa es cercana a la que los Abogados de Genocidas como Menéndez o Videla optan para defender a sus “clientes”.
Esto se suma a la sustracción de un cartel de señalización que indicaba al Polo Industrial del Ingenio Ledesma como un lugar donde se cometieron crímenes de lesa humanidad, hecho ocurrido a días de la indagatoría a Blaquier y a las agresiones contra Cristina Condorí, testigo en el juicio que comenzó en Jujuy y sobreviviente de la comisión directiva de la obra social de los trabajadores del Ingenio.
Desde esta Secretaría seguimos exigiendo juicio y castigo para todos los civiles que participaron en los crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura cívico-militar, sin soslayar que los grandes grupos económicos también fueron la dictadura.




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